sábado, 25 de junio de 2022

Las tres reinas magas. 2016.

 

 

Nuestro homenaje a aquéllos que dieron sus vidas para que las generaciones futuras disfrutáramos de unos derechos que ellos nunca tuvieron bajo otros modelos sociales.

jueves, 7 de octubre de 2021

Hombre devorado por los cocodrilos en Yamusukro (Costa de Marfil)

Yo conocí a ese hombre en 2010. Compraba pollos en el mercado para tirarlos a los cocodrilos y ganarse unas propinas de los espectadores. Llevaba años haciéndolo. Un día le salió mal. 



Esta foto se la tomé yo en febrero de 2010 en Yamusukro (Costa de Marfil):

 
 
Varios años despues volví y ya había sido devorado, como me comentaron los vecinos del lugar.
 
Una pena, el hombre se confió porque llevaba años llevándoles comida tratando de que los cocodrilos se movieran para que se los pudiera ver por los curiosos.


domingo, 31 de enero de 2021

Arros amb fesols i naps a a bostoniana

Per a fer un arrós amb fesols i naps de categoría segueix les meues recomanaçions, encara que estigues on siga, Sempre trovarás ingredients pareguts:
Açí teniu el tutorial, encara que cadascú tindrá la seua manera:

En aquest cas, una variant: arros en fesols i naps a la bostoniana. 

 

martes, 24 de diciembre de 2019

miércoles, 30 de diciembre de 2015

You have watches but we have time


By Enrique Cifres

Our stubborn and haughty western worldview, destroyer of our environment, is obfuscated on changing the nature to turn it into what we think it would be our convenience, instead of learning from it and accept their gifts. 

We need to learn many things, most of them already known as humankind, which we have already forgotten, neglecting other cultures, other times, stupidly thinking ourselves superior.

"The Tuareg people say that God created some land with water so that men could fill, and also created dry land so that men could experience thirst. In the Tuareg wisdom it is said that God created the desert so that men could find themselves". (Pablo d'Ors - El amigo del desierto -Ed. Anagrama).

Living in the desert, unfeasible for us, requires adapting to the environment, but not as an enemy. When night comes, with no light, day is over and the family is gathered in the tent. The father, unable to extend their workday for a materialistic improving their "quality of life", is able to be with their children and talk to them, transmit his values, their tradition, their memories, the teachings of his own father and grandfathers, having chance an time for listening to their children and learn their concerns and feelings. There is not a console that separates them, not the only one thought to invade and capture the minds of their offspring.

Each “jaima” is a school, and the diversity of people becomes cultural diversity, diversity of thinking that is as important as biodiversity, which we resisted so long to realize as essential for life wealth. Cultural diversity of ideas, sources, ways of interpreting spirituality, meaning of life, ethical values, etc .. is an indispensable good for the human race.


But the West, once again sails in reverse and instead of talking to your son, you buy a television for his room, and leave him watching at that TV contest, identically played in all countries of the world, which works modeling him as one more repetitive being.

It is time to realize that exporting an unique model has a terrible price, the disappearance of cultural diversity. Only a few songs, just a few menus, just a few bestselling authors, reduce to nothing our culture while others are despised.


As a Tuareg who returned to his desert after finishing a doctorate in Paris said: "I return to my homeland, here you have watches but we have time."

Vosotros tenéis relojes, nosotros tiempo.


Por Enrique Cifres

Nuestra necia y vanidosa visión occidental del mundo, destructora de nuestro entorno, sigue empecinada en modificar la naturaleza para convertirla en la que creemos que nos conviene, en lugar de aprender de ella y aceptar sus regalos. Necesitamos reaprender muchas cosas, la mayor parte de las cuales ya sabíamos como humanidad y las hemos olvidado, despreciando otras culturas, otros tiempos, creyéndonos estúpidamente superiores.

"Los tuareg dicen que Dios creó algunas tierras con agua para que los hombres pudieran saciarse, y que también creó tierras sin agua para que los hombres pudieran experimentar la sed. En la sabiduría tuareg se dice de igual modo que Dios creó el desierto para que los hombres pudieran encontrarse consigo mismos". (Pablo d'Ors - El amigo del desierto -Ed. Anagrama).


La vida del desierto, para nosotros inviable, obliga a adaptarse al medio, pero no como un enemigo. Cuando llega la noche, sin luz, acaba el día y la familia se recoge en la jaima. El padre, sin poder alargar su jornada de trabajo para una mejora materialista de su "nivel de vida", ha de estar con sus hijos, y les habla, les trasmite sus valores, su tradición, sus recuerdos, las enseñanzas de su propio padre y de sus abuelos, escucha a sus hijos, conoce sus preocupaciones y sentimientos, .. No hay una consola que los separe, no hay un único pensamiento que invada y capture las mentes de su prole.

Cada jaima es una escuela, y la diversidad de las personas se convierte en la diversidad cultural, la diversidad de pensamiento que es un riqueza tan importante como la biodiversidad, que tanto nos ha costado calificar como imprescindible para la vida. La diversidad cultural, de ideas, de fuentes, de formas de interpretar la espiritualidad, el sentido de la vida, los valores éticos, etc.. es un bien imprencindible para la raza humana. Pero occidente, una vez más, navega en sentido contrario y en lugar de hablar con tu hijo, le compras una televisión para su cuarto, y dejas que ese concurso que se reproduce idéntico en todos los países del mundo, lo modele como ese ser repetitivo.

Ya es hora de darse cuenta de que exportar el modelo único tiene un precio terrible, la desaparición de la diversidad cultural. Solo unas pocas canciones, solo unos pocos menús, solo unos pocos autores de best sellers, reducirán a la nada nuestra cultura mientras despreciamos las demás.

Como dijo un tuareg que volvía a su desierto tras hacer un doctorado en París: "vuelvo a mi tierra, aquí ustedes tienen relojes pero nosotros tenemos tiempo".





lunes, 27 de abril de 2015

Ébola: gracias, Cuba!



Avergonzado estoy. Sí, avergonzado como occidental. Recuerdo el otoño de 2007: un terremoto devastador en el norte de Pakistán. España se vanagloriaba de su ayuda al país asiático, que consistía apenas en un par de perros y unos contenedores de ropa usada. No leímos en la prensa que la única ayuda realmente útil fue la expedición de numerosísimos equipos médicos cubanos a las altas y congeladas áreas afectadas cerca del Karakorum.
Ya no hace tanto inundaron páginas de periódicos y horas de emisión radiotelevisiva sobre la repatriación de españoles de Liberia. 
Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry aparecieron en nuestros mapas fugazmente, unas semanas y pasamos a otra cosa mientras morían de ébola los africanos y nos olvidábamos del tema. Un amigo de Sierra Leona me cuenta cómo solo los numerosos equipos médicos cubanos están barriendo el país luchando y casi venciendo al ébola con su abnegación, solidaridad y ética tanto profesional como humana.  No consigo encontrar la noticia en la prensa occidental. ¿Será acaso una mentira del negrito?.
Acabo de leer que la Unión Europea va a destinar tres millones de euros de ayuda a Nepal por causa del terrible terremoto que acaba de sufrir. Tras tanto rescate bancario, me pregunto si alguien se ha equivocado en algunos ceros. Parece que no. Entre toda Europa les vamos a dar 3 milloncejos. Después exigiremos indignados que el país movilice los medios más sofisticados para rescatar a algún yupi, alpinista en sus larguísimas vacaciones, que sufra congelación en el Himalaya. Quizás sea atendido por algún médico cubano que ande por allí.